Una mujer sucia está tirada en la acera y, a pocos metros, el último modelo de Porsche aparcado por fuera de un lujoso hotel. Una desafortunada situación, aunque lo único que se escucha es el exasperado ruido condenatorio sobre ciertos tuits irreverentes. La desigualdad y la vileza son buenas amigas y no conocen fronteras.
Cientos de paseantes llenan la Feria del Libro, animando la fiesta de la supervivencia cultural. Los barquitos del Retiro hunden sus remos en la placidez de otra soleada tarde. Llegan aires de cambio, pero Madrid no cambiará de aires. La primavera suda un trasiego constante de bares en ebullición. Día y noche se dan la mano, cumpliendo un viejo rito iniciático, en la ciudad que nunca cierra.
Movimiento de Liberación Gráfica de Madrid |
Los veteranos ojos de Manuela Carmena recuerdan a los de Tierno Galván, maestro y cómplice de la movida y de las flores. La esperanza, siempre latente, ya no se apellida Aguirre, ni se pierde, sola, entre la alta sociedad. Ha bajado a la calle y espera en cualquier esquina a que un taxista sabio la recoja, para llevarla de vuelta al lugar al que siempre perteneció, junto a Sol.
El compás del taconeo en el metro se cuela por los respiraderos y asciende a la superficie, escondido tras un grupo de turistas extasiados. Malasaña explota de tiendas y en los mercados, la tentación se hace carne, sangría y papas bravas. Los músicos callejeros pululan por las terrazas repletas cuando llega la madrugada, lamen sus heridas a la luz de la luna, maullando su eterno lamento de gatos bohemios.
El pueblo que se hizo grande uniendo trozos de todos los pueblos, mestizo y tradicional, vanguardista y señero. El icono urbano de una transformación posible. Bajo este cielo atronador, mandarán a sacar algunos cadáveres exquisitos de sus museos, los vestirán con una traje de domingo y los dejarán a cara descubierta, para que la dignidad les grite su vergüenza. Y después, que dejen paso a la alegría.
Artículo publicado en la edición impresa del Diario La Opinión de Tenerife el 25/06/2015