El barrio de Valleseco convertido en un asombroso plató de cine. La Avenida de Anaga, testigo de coches que explotan. Varias calles de Santa Cruz cubiertas de humo artificial, envolviendo trepidantes escenas de acción. Manifestantes, antidisturbios, peleas. Llegó a Tenerife la magia de un circo con mucho presupuesto. Vecinos, curiosos y docenas de parados, esperan su oportunidad, ansiosos por vivir unos días de película.
Cartel de la Película Bienvenido Mr. Marshall |
El rodaje de una ficción cinematográfica, estirando el chicle de la saga, financiada por la factoría del entretenimiento. Un gigantesco decorado, para dejar en estado de éxtasis a los protagonistas de la frágil realidad. La fantasía en la cabeza del director, exportada a los cerebros huérfanos de una cultura diferente.
Las Islas Cancámicas ante la increíble oportunidad que estábamos esperando, un genuino cáncamo, más o menos bien pagado, que nos transportará directamente a la gloria del Star System. Y dicen que vendrán más largometrajes, atraídos por las ventajas fiscales, por la luz y sobre todo por nuestra "cariñosa forma de ser".
La solución de todos nuestros endémicos males viene de la mano de los productores americanos. Ya falta poco para la feliz proclamación de los United States of Canaries (USC), con la bendición de la Virgen de Candelaria, por si acaso.
Artículo publicado en la edición impresa del Diario La Opinión de Tenerife el 05/10/2015
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