Llevábamos mucho tiempo con la cabeza baja, sumidos en una gran depresión, y fue entonces cuando apareció. Donald Trump llegó en su avión privado, para recordarnos lo que significa el sueño americano. Y pudimos conocer de cerca a un triunfador que se había molestado en venir hasta aquí a devolvernos algo de esperanza. Y parecía uno de nosotros, utilizando nuestro mismo lenguaje, llamando a las cosas por su nombre. En ese momento lo supimos con claridad: la libertad es muy cara, pero Donald puede comprarla cuando quiera. Nos pidió que confiásemos en su palabra, y prometió que sería capaz de enfrentarse, uno por uno, a los lobos de Washington y a los tiburones de Wall Street, para decirles, a la cara, todas las verdades del pueblo americano. Bueno, dirán que es un bocazas, y que se mete con los latinos. Incluso puede que se comporte como un fanfarrón con las mujeres, pero no se esconde detrás de nada ni de nadie. Es un ganador nato, dice lo que piensa, y no trata de engañarnos como esos demócratas, amigos de homosexuales y putos hippies ecologistas. Habíamos permitido que el enemigo entrase en nuestras casas para intentar violar a nuestras hijas, y pasamos por alto que sus hijos se mezclasen con los nuestros en el colegio: musulmanes, chinos, mejicanos, ... nos están invadiendo, y cada vez son más. Se creen muy listos, pretendiendo imponer sus costumbres en nuestra tierra y ante los ojos de nuestras familias. Si nadie les para los pies, en poco tiempo seremos sus esclavos, nos acabarán quitando lo poco que poseemos. Hillary es una mujer falsa, que quiere hacernos creer las mismas patrañas que Obama, y que todos esos niñatos universitarios llenos de grandes ideas. Mientras ellos hablaban y se hacían ricos, nuestro futuro desaparecía con las industrias que se fueron.
Ya no hay trabajo. Los comercios han cerrado y, encima, nos siguen friendo a impuestos. Necesitamos un líder que acabe con esta mierda de una vez por todas. Y por eso decimos no a los extranjeros dudosos, no a la globalización económica, no a los terroristas infiltrados. Y vamos a decir sí a defender a nuestra gente, con las armas si es necesario, sí a sentirnos parte de un gran proyecto, sí a hacer a América grande otra vez. Grande como Donald Trump ,que va a luchar con nosotros, codo a codo, para que recuperemos nuestro orgullo y nuestra dignidad. Que dios lo bendiga.
Artículo publicado en el diario La Opinión de Tenerife, el 17/11/2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario