Estamos muy preocupados por lo que está sucediendo en nuestro país hermano. Por eso nos solidarizamos con el pueblo sirio, que diga, con el venezolano, y exigimos la liberación de los presos políticos, la democracia auténtica y que las estanterías de los supermercados vuelvan a llenarse.
La situación es muy grave y, por tanto, hemos decidido incluir el problema de los refugiados, esperen, ese ahora no, el problema venezolano en el Consejo de Seguridad Nacional española, como una clara amenaza podemita, estooo, venezolana. Debido a los lazos que nos unen con todos y cada uno de los migrantes subsaharianos, perdón, venezolanos, tenemos la obligación moral de intervenir enviando a varios ex presidentes del gobierno español y también a algún que otro candidato a las próximas elecciones en España necesitado de protagonismo, no, necesitado de ayudar, como hábil y reconocido mediador y que se reúna con la oposición política para conocer de primera mano el sufrimiento de un país como Irak, no, como Venezuela quería decir, sometido al caos provocado por el despreciable régimen de EE.UU, uf, perdón de nuevo, de Maduro. Hay escasez de medicinas y de alimentos básicos en el país africano, que diga, venezolano.
Los medios de comunicación analizan la cuestión catalana, perdón, la cuestión venezolana, en grandes titulares. La deuda de España, perdón, quería decir la de Venezuela, está por encima de PIB. Europa exige más recortes de manera urgente al gobierno español, que diga, al venezolano. El sistema de pensiones quebrará en Espa..., estoooo, en Venezuela, en el 2017. La precariedad laboral se extiende, tras las promesas de recuperación anunciadas por el Consejo de Ministros de Rajoy, otra vez me equivoqué, de Maduro.
En cuanto a Canarias, varios ayuntamientos han expresado su condena a la violación de los derechos humanos en Turquía o Rusia, chas, en la querida "Octava Isla", quiero decir. Muchos migrantes canarios o sus descendientes vuelven contando cómo han perdido su dignidad porque el gobierno chino, que diga, el venezolano, no permite la libertad de expresión. Hay un gran debate en la sociedad canaria y española por La Champions, quiero decir, por saber cómo terminará esa gran tragedia del terrorismo islamista, vaya, perdón, del terror venezolano. El paro y la pobreza ya son crónicos en Canarias, espera, aquí no, quería decir en Venezuela. El auge de la industria turística es el único dato positivo en la triste realidad venezolana, vaya, otra vez, en la canaria. Ahora sí que lo dije bien.
Artículo publicado en la edición impresa del diario La Opinión de Tenerife, el 02/06/2016
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