28/7/14

Matanza preventiva

La perversión del lenguaje es un recurso habitual cuando se trata de evadir responsabilidades. Si un gobierno toma decisiones que pueden resultar impopulares, utilizará palabras cuyo significado sea el opuesto a lo que realmente esta haciendo. El objetivo consiste en dulcificar la percepción de la opinión pública sobre unos hechos objetivos, de tal modo que –en el caso de Israel– lleguemos a digerir el terrorismo de estado, como un aceptable operativo militar llamado margen protector. La mentira justificada por la perentoria necesidad de defenderse, sustituye a la verdad de una matanza injustificable.
El brazo violento del sionismo continúa sembrando el espanto organizado en la franja de Gaza. En esta enésima ocasión, el cuarto ejército con mayor potencial del mundo se emplea a fondo, conjugando el verbo matar con mortífera eficacia y valiéndose de la última tecnología. La barbarie sofisticada capaz de lanzar bombas de fragmentación, sinónimo de mutilaciones indiscriminadas.
Una rutina de sangre derramada por inocentes –niños– configura el paisaje habitual en este trozo de tierra catalogado como auténtica cárcel al aire libre. Y entre deflagraciones, la masacre física y psicológica revienta cualquier posibilidad de un eventual proceso de paz, ante la pasividad cómplice de la comunidad internacional.
A los palestinos les salen demasiado caros los excesos cometidos por sus extremidades fundamentalistas, sobre todo cuando enfrente habita el mismo convencimiento de saberse el único Pueblo Elegido.
Todo es anti el otro y nada es a favor de llegar a acuerdos que incluyan cesiones por ambas partes. Llega un momento en el que resulta mucho más cómodo, en términos de rentabilidad política, mantener el clima de confrontación –bélica si es necesario– y escudarse en la sinrazón de una –supuestamente eterna– falta de entendimiento. Así, será posible asignar más presupuesto a la productiva industria de la guerra, desarrollando inteligencia artificial aplicada a un poder destructivo que aumenta en proporción a la profundidad de la estupidez humana.
La sucesión de venganzas y ajustes de cuentas continuará en interminable pesadilla, hasta que no quede nadie para recordar quien tiró la primera piedra. Tan solo la memoria de un absurdo fracaso colectivo.


Artículo publicado en el Diario La Opinión de Tenerife, el 28/07/2014
http://www.laopinion.es/opinion/2014/07/28/matanza-preventiva/555603.html


19/7/14

Rebelión en el pesebre


Las luchas intestinas en el seno de Coalición están desembocando en una guerra fratricida por el poder. Los clavijistas del alcalde lagunero continúan recabando apoyos entre los menceyatos afines, bajo la dirección de obra de un viejo activo, Manuel Hermoso. La influencia de la vieja guardia encuentra su extensión metropolitana en Ani Oramas, mujer de carácter que combina la enérgica defensa de la añepa con su condición de monárquica convencida, y que parece haber perdido pie en la carrera o bien ha decidido jugar la baza de la prudencia en favor del discípulo aventajado, a la espera de acontecimientos. Fernando Clavijo, el delfín ascendido a regidor y a secretario insular, quiere jugar a ser tiburón en los dominios de la gran orca asesina.
Este impulso regenerador esta coprotagonizado por el mirlo blanco del Cabildo, el aseado heredero de Ricardo Melchior, Carlos Alonso, un gestor con perfil técnico y de reconocida valía profesional pero carente del tirón popular de su antecesor. Los nuevos valores en alza del tinerfeñismo continúan echando aceite hirviendo en el pesebre paulinario, aunque sus intentos de noquear al astuto jugador de dominó_ conocedor como nadie de los intrincados vericuetos que transitan por las débiles y traicioneras lealtades insularistas_ llevan camino de convertirse en simple amagos vacíos de contenido ideológico. 
La supervivencia de Coalición Canaria como concepto está en el aire y sus viejas-nuevas redes clientelares sufren el desgaste propio de una organización político-empresarial que lleva demasiadas legislaturas apoltronada en el porche del chalé con vistas a la finca, mientras solo unos pocos siguen madrugando para ir a trabajar a la platanera. 
El núcleo duro de ATI se ha confabulado contra el personalismo de Paulino Rivero, constante presidente del gobierno por arte de la pacto magia, al que se le detectó hace tiempo el síndrome del emperador, y trata por todos los medios de que se baje del machito y entregue los juguetes, pero el egregio sauzalero, lejos de someterse a las presiones, no parece albergar otra intención que no sea la de perpetuarse a sí mismo y aguarda, sibilino, con los ojos chiquitos y azorrados, a que el motín provocado por el aspirante a sustituirle, termine siendo abortado por las dudas y la precipitación.

Si fallan en el envite, los daños colaterales dañarían seriamente la línea de flotación del entramado coalicionero, pues podrían perder el bastión inexpugnable de La Laguna, presentando a un candidato perdedor y a partir de ahí, la inmediata reacción en cadena engrasada por los impredecibles resultados de las elecciones autonómicas. A día de hoy no existe ni una sola estructura que no se este viendo afectada por el proceso acelerado de cambios que se está produciendo. Un grupo que maniobra detrás de un más que discutible nacionalismo y en función de sus propios intereses, no va a constituir una excepción, máxime si la auténtica corriente nacionalista decide apartarse de este río revuelto, en el que no se espera la aparición de ningún pescador para recoger la inexistente ganancia.
El fenómeno de implosión en Coalición Canaria, más que una posibilidad, es una realidad en ciernes y habría que ver quien se atreve a ordenar las piezas en un puzzle tan complejo.
El lanzamiento interno de berolos augura la liquidación de un invento fundado por los mismos que ahora serían capaces de superar el límite de tensión y reventarlo todo si no se salen con la suya.

artículo Publicado en el Diario La Opinión de Tenerife, el 19/07/2014
http://www.laopinion.es/opinion/2014/07/19/rebelion-pesebre/554002.html

15/7/14

El muro de San Andrés

Este artículo ha sido coescrito con Ángel Lobo Rodrigo, Doctor en Derecho Administrativo y Presidente de la Federación Canaria de Surf.


Como todos los muros, el que quieren construir enfrente de San Andrés es sinónimo de separación y marca una línea fronteriza entre dos territorios interdependientes, el pueblo y su mar. Este planteamiento convierte a la gran ola en una peligrosa enemiga a la que hay que interponer el necesario obstáculo, rechazando su energía en lugar de modularla para obtener un generoso aprovechamiento. Resulta que existe una interesante alternativa al dique, pero no ha sido contemplada ni se ha explorado su viabilidad. Ocurre lo mismo cuando impedimos entrar a los forasteros, levantando vallas y alambradas, sin darles la posibilidad de sumarse a una comunidad que integre diversidad y tolerancia. El muro obedece a la necesidad de defendernos de un peligro exterior y por eso, cuanto más intensa es la desigualdad en una sociedad, más altos son los muros que separan a sus habitantes. Ese muro es el que anida en las cabezas pensantes de la clase dirigente canaria, incapaces de dar un paso adelante, hacia un futuro distinto, sacudiéndose un pasado que, con fugaces artificios pirotécnicos en lo económico, ha dejado nuestras islas flotando en un presente de incultura, derrotismo y pobreza.


La escollera de San Andrés, vendida por los políticos de siempre como un derecho de los ciudadanos a defenderse de las inundaciones, no es más que una solución con un enorme impacto visual, mediocre desde el punto de vista técnico, una masa gris sin alma. La comunidad científica ha propuesto estudiar las potencialidades del problema, ideando un arrecife artificial submarino que frene el oleaje antes de que alcance al pueblo, que promueva la flora y fauna local, que ayude a la diversificación económica de un barrio pesquero transformándolo en un enclave singular, único, un referente turístico del que disfrutemos tanto los que vivimos aquí como los visitantes. Sin embargo, por causa de la urgencia de los votos o al revés, malgastan la oportunidad condenando a un lugar con indudable atractivo a seguir viviendo en la ignorancia del que guarda un tesoro dentro de sí, sin que nadie le ayude nunca a descubrirlo.
El prolongado abandono institucional termina degenerando en aberrantes despropósitos, tal y como lleva sucediendo durante años en Puerto de la Cruz, claro ejemplo de cómo se puede proyectar una imagen rancia y cutre en un entorno privilegiado.

En Saint Andrews –vaya glamour– ya tenemos proyecto de escollera, otro mamotreto –en este caso levanta cuatro metros de altura sobre la superficie–, para que no se nos ocurra ver un poco más allá del corto plazo.

Nuestra clase política, lejos de cambiar el rumbo, sigue poniendo, como en la famosa canción de Pink Floyd (The Wall), otro ladrillo más en el muro, una opacidad que se antoja ya irrespirable, la mole espesa que nos esconde cualquier horizonte con una mínima pizca de visión estratégica.
Los meticulosos ingenieros de la chapuza endogámica siguen empeñados en sepultar la luz del paraíso bajo toneladas de hormigón.

Artículo publicado en el Diario La Opinión de Tenerife, el 15/07/2014
http://www.laopinion.es/opinion/2014/07/15/muro-san-andres/553108.html

4/7/14

Rajoy se regenera

Cómo deben andar de revueltos los asesores del gobierno pepero para que su presidente, Rajoy El Gris, tan poco dado —  en teoría — a las improvisaciones, se haya metido en un jardín extraño aderezando el lanzamiento del barro con los balbuceos de costumbre. No cuela.
Esta repentina iniciativa de elección directa demuestra el grado de nerviosismo que se ha instalado en la mayoría absoluta, a un año vista de un previsible revolcón electoral en las municipales.
El instinto político posee la habilidad de detectar peligros desconocidos y éste es bastante peliagudo porque llega en forma de cambio de tendencia. Se ha encendido el botón de alarma y urgen estrategias para neutralizar el disolvente que amenaza con separar al pegamento bipartidista de los mandos a distancia. 
Los dos grandes partidos han recogido el mensaje nítido que dejaron las europeas y reaccionan a la desesperada tratando de protagonizar una corriente regeneradora. Demasiado tarde.
Cada vez cunde más la sensación de que la sociedad ahogada ha encontrado una salida política hacia la que dirigirse para liberar tanta indignación acumulada. La calle se reconoce en el éxito experimental de Podemos, refrendado en los círculos donde se respira ilusión y ganas de transformar una realidad impuesta a golpe de recortes y leyes regresivas. La manifiesta afinidad con Alberto Garzón, que gana liderazgo en IU; la lógica confluencia con EQUO; con las formaciones que están naciendo a la sombra de las plataformas ciudadanas, como Guanyem Barcelona (ganemos Barcelona) alrededor de la figura de Ada Colau ( la voz de la PAH ) marca un camino convergente que será imitado en muchos lugares.
La posibilidad del asalto al poder por parte de una generación formada que trabaja desde la base, compartiendo las incomodidades de no tener ingresos con los que afrontar el alquiler de un local decente para reunirse, despierta un gran interés y nos retrotrae a la conciencia de clase, pero con un discurso distinto. Ya no se trata sólo de la lucha entre izquierdas y derechas, sino de los ciudadanos críticos con el injusto poder establecido. La reacción de los empobrecidos contra las élites que se enriquecen a su costa.
"No es una crisis, es una estafa" proclamaba una de las consignas más certeras del 15-M. Aquella respuesta social ha terminado fraguando y ni el cerril PP ni el desactivado PSOE saben cómo hacerle frente, porque hace tiempo que juegan en otra liga, la de las redes clientelares y las corruptelas de salón.
Y el curioso presidente del desgobierno llega ahora con un doble salto mortal y tirabuzón incluido, rescatando la muy democrática aspiración de las listas abiertas que proclamarían alcalde(sa) a la persona más votada. No gracias, no tragamos.
Hay que ser catedrático en cinismo político para intentar vendernos una moto cargada de intereses partidistas, en un rastrero intento por evitar los mismos pactos que ellos han practicado siempre para arrebatar el bastón a la legitimidad.
Hasta los más ingenuos ven clara la burda maniobra. El caso es que todo lo que se inventen a partir de ahora no hará sino fortalecer a las diferentes siglas que defienden la auténtica regeneración. Una oportunidad histórica para expulsar a estos orgullosos dinosaurios y crear un nuevo paradigma.

Artículo publicado en del diario digital "La casa de mi tía", el 04/07/2014
http://www.lacasademitia.es/articulo/firmas/rajoy-regenera-rafa-dorta/20140704062248032049.html


3/7/14

Nueva era


La revolución tecnológica está provocando profundas alteraciones en nuestra forma de concebir las relaciones humanas. La especie dominante experimenta su propia mutación de forma paralela para lograr adaptarse a las nuevas circunstancias en una comunidad que comenzamos a considerar como global, pues la velocidad a la que viaja la información se traduce en asimilar el tremendo poder que supone, para cualquier persona, el hecho de transmitir una idea o propuesta que tarda unas pocas horas en ser recibida y reenviada por millones de semejantes, llegando a convertirse en fenómeno viral, una tendencia cuya vigencia temporal se mide en función del poso que vaya dejando en las redes sociales, en los innumerables blogs y en la prensa digital, el futuro presente de los medios de comunicación.

Si el imperio romano movilizaba a sus ejércitos con rapidez gracias a la mejora de las vías, si las ruedas de los coches hicieron las delicias de los afortunados viajeros que las estrenaron, o si los aviones a reacción marcaron un antes y un después, lo que atisbamos supera con mucho a todo lo anterior, porque en este caso, no es un simple salto de gigante desde el primer aparato telefónico, sino que se trata de un cambio de era, quizás el de mayor capacidad de transformación en la historia de las civilizaciones humanas.
Los últimos estudios científicos sobre el cambio climático nos conducen a visualizar catástrofes y desesperación en un contexto de grandes migraciones. Por tanto, sería previsible la evolución de la conciencia hacia el concepto de lo sostenible, por encima del egocentrismo inherente al individuo, ante la aparición de un deseo común de supervivencia concluyendo en la creación de la sociedad igualitaria, pero a ese estado sólo se llegaría tras haber agotado todos los recursos disponibles en la atávica guerra por el liderazgo que mantienen las diferentes tribus, hoy llamadas naciones, desde los orígenes de nuestra constante y ambiciosa búsqueda de la felicidad.
Internet no conoce fronteras entre países, no tiene bandera ni profesa religión alguna, no es una marca concreta. La red es el instrumento más integrador que ha conocido la azarosa raza humana, y es capaz de fusionar en un instante a gente que vive culturas distintas, incluso opuestas, por la sencilla razón de querer compartir con los demás sus inquietudes, opiniones y experiencias sobre todas aquellas realidades que les conciernen porque, en realidad, anhelamos expresar nuestros sentimientos, como en la magia de la música, esa intangibilidad que traspasa las barreras idiomáticas.
La praxis política, lejos de escapar al tsunami,se encuentra inmersa en un proceso de desintegración que afecta a los pilares sobre los que se fueron asentando sus estructuras oligárquicas. Las plataformas ciudadanas y los movimientos de protesta comienzan a cristalizar en organizaciones con auténticas opciones alternativas de gobierno, recuperando la participación y el contacto con los soberanos olvidados de la democracia, los votantes, devolviendo el protagonismo del debate al lugar del encuentro público.
La crisis de valores en Occidente ha puesto en cuestión el modelo de desarrollo consumista y el capitalismo, vencedor del comunismo, sufre su particular declive, dando lugar a los sucesivos cracks de un sistema financiero desregulado y símbolo del individualismo extremo que liberaliza la economía especulativa, desplazando a la producción de bienes y servicios, la única y verdadera fuente de riqueza.
La gran transición hacia otro sistema está en marcha y es imparable. Nuestras viejas resistencias por el miedo al cambio se nutren de un especial y agónico apego al pasado, la excusa a la que nos agarramos para no enfrentarnos al reto de conocernos mejor a nosotros mismos, soltar lastre y evolucionar.

Artículo publicado en el Diario "La Opinión de Tenerife" el jueves 03/07/2014
http://www.laopinion.es/opinion/2014/07/03/nueva/550882.html