26/5/16

El poder del círculo

El círculo, desde su origen, es una forma geométrica que funciona absorbiendo a las demás. Dibujar un círculo es el modo primario de representación, el más infantil, y a la vez, el más rotundo. El carácter obstinado de las líneas rectas que definen a cuadrados, rectángulos o triángulos, dificulta su adaptación a las vicisitudes del camino. Una rueda sortea los baches, afronta la dureza de las cuestas y aminora la velocidad en las pendientes. Cuando tropieza con alguna piedra, su particular anatomía le permite remontar cualquier obstáculo y continuar rodando. Incluso en zonas empantanadas o de máximo riesgo, la salida de emergencia se parece a un salvavidas redondo, al que nos agarramos para evitar ahogarnos en la zozobra cotidiana.
La habilidad del círculo estriba en su capacidad para asumir lo que va encontrándose y, sin apenas sufrir daños, conseguir integrar a las aristas más resistentes, a los tridimensionales cubos, o a las arrogantes pirámides, que sucumben rodeados por el paso del tiempo, que es un eterno circulo. La complejidad del inteligente dodecaedro claudica ante la mágica sencillez de la circularidad, que no tiene principio ni fin. Un universo de círculos superpuestos que todo lo admiten, que todo lo aguantan, que todo lo digieren. En contra de lo que se piensa, el círculo no es un circuito cerrado del que no se pueda salir ni entrar, porque es tan amoldable como la plastilina, un material blando pero muy resistente, con el que construimos estructuras que simbolizan figuras humanas, casas, aviones o árboles, con aspecto de cierta solidez, hasta que se nos ocurre apretarlos y volver a hacer la misma masa redonda del inicio y vuelta a empezar con el juego de la existencia.
Los boliches, el balón de fútbol, el hula hop o el reloj que marca las empecinadas horas en lo alto de la torre, las rotondas que nos dan la oportunidad de seguir pensando, mientras damos los rodeos que necesitamos, si nos equivocamos en nuestras decisiones. Múltiples ejemplos de la movilidad de las esferas en un planeta que gira a gran velocidad, conteniendo la colosal energía de fuerzas contrapuestas. Hay ciclos históricos en los que se producen reacciones violentas, desencadenadas por vértices extremistas o por la clonación indiscriminada de paralelas cruzadas por perpendiculares, que se dedican a proclamar verdades absolutas. Al final, estos desafíos acaban siendo tragados por la voracidad del futuro, factor que junto al pasado y presente, conforma el sentido circular de la irresoluble realidad.
Por el círculo vital desfilan sustantivos, adjetivos y verbos. Bailan en la ruleta los números, las operaciones, las estrategias y los planes. El infinito bucle que nos lleva de nuevo a un punto de partida, que siempre desemboca en otro final, para dar paso al comienzo. En esta sucesión, nacimiento y muerte se necesitan como las dos caras de una misma moneda redonda. Ante un eventual proceso de deconstruccion, convendría entender la relativa curvatura del horizonte.

Artículo publicado en la edición digital del diario La Opinión de Tenerife, el 26/05/2016
http://www.laopinion.es/opinion/2016/05/26/circulo/677929.html

19/5/16

Marionetas en el vacío


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"Estamos llenando todo de vacíos", simple y genial frase del director de cine José Luis Cuerda, que merece ser enmarcada como un símbolo de nuestro tiempo. Una clave que arroja algo de luz sobre la ausencia de líderes creíbles, percibidos como marionetas que cuelgan de unos hilos sin sujeción a nada ni a nadie en concreto. La falta de proyectos ilusionantes que vertebren a la sociedad en su conjunto, nos deja una sensación de discontinuidad. Algunos osados se erigen en árbitros que creen tomar decisiones importantes, pero lo que entendíamos como importante ha dejado de existir, porque sus efectos apenas llegan al día siguiente. Así se explica que sigamos sin gobierno y que la conformación de un pacto se torne una empresa muy difícil, tras las próximas elecciones. El miedo a perder se ha transformado en el terror a desaparecer. Inseguridad e incertidumbre son nombres que ya se conjugan como verbos para definir la acción de lo indefinible.

606x340_325081.jpg (606×340)Las ideologías contemporáneas entran en barrena, perdidas en la rotundidad de la revolución tecnológica. Los antiguos dioses salen corriendo despavoridos ante este post humanismo capaz de desafiar al envejecimiento y a la muerte. Entre tanta perplejidad, nos agarramos al espectáculo para sumergirnos en el show de la vida y evadirnos de nosotros mismos. Terapias de todo tipo se ofrecen para satisfacer una demanda en aumento. Angustia, pánico, ansiedad, depresión, algunos síntomas que entran en el catálogo de los horrores en nuestro ser interior, superado por la magnitud de la globalización. Los países que eran diferentes, se integran en grandes regiones comerciales que compiten por sobrevivir a un desorden nuevo, los índices bursátiles son gestionados por la inteligencia artificial, el control de los perfiles de los ciudadanos es el arma de dominio más eficaz, las clásicas luchas por el poder político y económico ceden el testigo a la batalla por obtener más información, más poder sobre las marionetas, para poder guiarlas, a las grandes, medianas y pequeñas marionetas que se columpian de un vacío a otro. 
Gracias, Cuerda.
Artículo publicado en la edición digital del diario La Opinión de Tenerife, el 19/05/2016
http://www.laopinion.es/opinion/2016/05/19/marionetas-vacio/676202.html

12/5/16

El mundo según Sadiq

Sadiq Kahn, musulmán, hijo de inmigrantes paquistaníes, es el nuevo alcalde de Londres. Es el quinto de ocho hijos y fue a la universidad como sus hermanos. Su padre era conductor de autobús y su madre costurera. Vivían al sur del Támesis, en un barrio donde han nacido muchos como Sadiq, los británicos de piel aceitunada, de segunda o tercera generación. Sadiq se crió hablando urdu en casa e inglés en la escuela. Trabajó repartiendo periódicos y poniendo ladrillos en verano, para costearse los estudios. Ejerció como abogado, pero su vocación política le llevo a ser elegido diputado por el Partido Laborista a los 35 años. Firme defensor de la integración, siempre habló claro en contra de cualquier extremismo, condenando la violencia del islamismo radical. Formó parte del gobierno de Gordon Brown, y en el 2013 dio su apoyo explícito a la ley de matrimonio gay, lo que le ocasionó ganarse enemigos dentro de su comunidad.


Sus seguidores lo llaman "Ciudadano Khan" y lo consideran un hombre del pueblo, por encima de la raza y de la religión. En una dura campaña electoral, fue barrio a barrio, convenciendo a una mayoría preocupada por la situación de la vivienda, el transporte, la carestía de la vida o la mala calidad del aire. Su elección es la consecuencia de la evolución demográfica y cultural de un país cada vez más multiétnico.
En su primer discurso, Sadiq se acordó de sus padres, y les dio las gracias por haberle proporcionado una educación. Se enorgulleció de que Londres "la mejor ciudad del mundo", le hubiese elegido a él, haciendo posible lo que parecía imposible, su personal utopía. El mensaje de esperanza que abandera Sadiq Khan es la mejor noticia para los defensores de otro sueño, el de una Europa unida frente al fanatismo. El líder musulmán del laborismo británico viene a demostrarnos que la convivencia es posible si entre todos derribamos los muros de la intolerancia.
Hay un mundo nuevo creciendo en cada rincón. De nuestra capacidad para asumirlo dependerá que tengamos éxito en la construcción de un modelo de sociedad abierta y basada en el principio de la solidaridad. En ello nos va la posibilidad de descubrir otros métodos de progreso o volver a la oscuridad.

Artículo publicado en la edición digital del Diario La Opinión de Tenerife, el 12/05/2016
http://www.laopinion.es/opinion/2016/05/12/mundo-sadiq/674573.html

5/5/16

Primavera

Los homenajes tienen algo de funerario. Celebrar fechas señaladas por alguien, una fiesta de la repetición histórica, cuyo único mérito consiste en desplazar la existencia unos segundos más. Otra primavera de las flores, idéntica al modelo publicitario y vulgarmente única.
Nuestra especialidad es volver a intentar lo mismo, pensando que es diferente, solo porque esperamos que suceda lo inesperado, para creer que hemos conseguido esquivar al aburrimiento. Nos gustaría controlar lo que ocurre, pero vivimos la esclavitud de los que influyen en el devenir, dejándose llevar por los acontecimientos. Somos el camino que nos hace, mientras hacemos todo lo posible por desandar los pasos que nos llevarán irremediablemente a donde queremos ir.
Las contradicciones de un organismo chiquito, que olvidó su raíz, ansiando llegar cada vez más lejos. El suelo firme ya no tiene a nadie que lo pise, tal es nuestro estado compuesto de alfombras voladoras que trazan la virtualidad celeste. Si se te ocurre parar un momento, intenta sumergir los pies en la nada profunda y con el choque del frío te verás retrocediendo en el tiempo. Sentirás el ritmo de tus antepasados golpeando la piel dura. Los cinco sentidos cobrarán de nuevo su sentido, escucharás el murmurar de las hojas mientras caen del árbol sabio. Leerás el último mensaje de la tierra, bailando sobre un lecho suave de plantas desnudas.
No sigas la corriente, acuéstate al sol de la tarde y respira hondo. Cierra los ojos, escucha el sonido del aire acariciando la materia de la que estamos hechos. Imagina otros mundos posibles, tienta el misterio de aquello que desconocemos, rompe los límites que te has amarrado alrededor y cambia. Cambia hasta más allá de cualquier razonamiento lógico. Desprecia la ausencia de motivos para soñar. La capacidad de inventar es el mejor modo de imaginar la felicidad.
Amar como rebeldía, amar sin leyes, sin colores, sin tabúes. Amar sin algoritmos matemáticos. Y sonreír, sonreír porque has llegado a la conclusión de que no consentirás que nadie te imponga la misma primavera. 

Artículo publicado en la edición digital del diario La Opinión de Tenerife, el 05/05/2016
http://www.laopinion.es/opinion/2016/05/05/primavera/673014.html