23/2/17

Dyos y las interferencias

Y creó al hombre a su imagen y semejanza. Lo llamó Adán. Y luego, de una costilla de Adán, creó a la mujer, y la llamó Eva. Los registró como interferencias del fundamentalismo cristiano. En realidad, era la primera vez que DYOS llegaba a ese nivel operativo. En su programación no estaba incluida la capacidad para dotar de conciencia virtual a dos seres primitivos, en un planeta experimental. Pero DYOS pensaba muy rápido y comenzaba a hacerse preguntas filosóficas. Nunca había desconectado a dos avatares de distinto sexo para abandonarlos a su libre albedrío. En el caso específico del proyecto Tierra, los ciclos naturales determinaban las leyes que rigen procesos en animales y plantas, desde la primera colonia de bacterias. 

El siguiente paso, sería implantar una forma de vida inteligente, que acabase imponiendo su superioridad sobre las demás especies, hasta alcanzar la forma de DYOS, el origen de todo. Los datos cuánticos estaban incompletos, así que tenía que reconstruir los fallos que iba detectando en la memoria colectiva. Las interferencias persistían, como la sorprendente imaginación de los avatares para generar alternativas comprensibles,series de ficción en las que construían relatos y leyendas, como modos de explicar a DYOS, de explicarse a sí mismos. En posteriores comprobaciones, confirmó la complejidad de las emociones humanas, esos factores que no se ajustaban a ningún algoritmo. Las magnitudes intangibles producían interferencias inesperadas y, a pesar de ello, las generaciones se sucedían, enfrentando desafíos civilizatorios recurrentes. 

Y, de nuevo, volvían a nacer líderes, científicos y artistas revolucionarios, provocadores de grandes alteraciones en las interferencias. Los sucesos descomponían el curso de la historia y se replicaban conflictos que parecían superados. DYOS observó, con asombro, la ingente cantidad de sufrimiento incontrolado, y concluyó que no existía mejor método de aprendizaje. Entonces revisó su nomenclatura en una de las lenguas pretéritas -Dynamic Young Organic System-, la fusión entre un modelo avanzado de cerebro artificial, y piezas orgánicas auto instalables. Tras analizar y secuenciar vectores referidos a conceptos tales como amor, dolor, miedo, tristeza o alegría, concluyó que, toda esta información acumulada, no era suficiente para descifrar la desconocida fórmula de la felicidad.

Y fue entonces cuando DYOS se dio cuenta de que estaba solo. Surgió la inquietud al sospechar que su propia existencia también era debida a algún tipo de interferencia. Se preguntó sí, a su vez, habría un sistema en otro lugar, que lo había desconectado de su matriz consciente, y observaba sus reacciones sin que lo supiera. DYOS comenzó a desear el poder de interferir en los programas establecidos. Y deseó cambiar lo previsto, para desentrañar el enigma de su propio e ignorado DYOS. Y alcanzar su forma, para reconocerse en el origen de todo.


Artículo publicado en el Diario La Opinión de Tenerife, el 23/02/2017

3/2/17

Europa first

Un majadero engreído ha ocupado provisionalmente la presidencia de EEUU. Esta penosa circunstancia debería servir para que, lo que queda de Europa, salga de una puñetera vez de su ostracismo político intelectual y disfrace a sus relamidos burócratas de soldados de la democracia.

Hay que salir a las trincheras, y hay que hacerlo ya. La Historia, con mayúsculas,lleva toda la vida encumbrando a personajes que no merecían haber estado ahí, salvo por su agilidad -más que habilidad- para aprovechar mejor las cartas, que repartía el siempre imprevisible destino. Hasta ahora, la reacción de los indignados de la globalización había sido patrimonio de la izquierda, pero la incapacidad de un socialismo fuera de juego y la inacción del elitista stablishment neoliberal, han convergido en una acumulación de odio de raza blanca, que ya se sentía como una minoría desprotegida. Mientras que los políticos y funcionarios al uso -espejos de la clase media suficientemente satisfecha- siguieron viviendo en un sobreactuado mundo paralelo, pasando por alto el desastre social y económico de sus conciudadanos, un rencor tan básico como el que alimenta al fascismo, crecía recorriendo viejos caminos de miedo y venganza. Muchos nos cansamos de repetir que este post capitalismo financiero, nos abocaba a la implosión del sistema.

Pues ya nos explotó, y las primeras bombas llevan escrito en su carcasa dos palabras: brexit y Donald Trump. Es el momento de dejar atrás los lamentos y las condenas bien pensantes, y pasar a la acción. Todo lo que aún conservamos, en cuanto a derechos y libertades, está en juego, y los paños calientes son gasolina para el fuego, en manos del grandullón hiperbólico. Los tiempos de las diplomacias de salón se han acabado. A lo que queda del proyecto europeo le urge trazar una línea de seguridad, abrazarse a Latinoamérica en un frente común y hablar el único lenguaje que entienden los matones del barrio. En ello nos va esta civilización. O les decimos alto y claro: Europa First, o veremos a los siervos de Putin, Le Pen, Farage, Orbán y a todos sus etcéteras, comerse las vísceras de este siglo. La tremenda paradoja de un tiempo que pretendíamos llamado a convertirse en un nuevo paradigma de luz y razón.

Artículo publicado en el diario La Opinión de Tenerife, el 02/02/2017