28/7/16

La búsqueda de Pablo Martín

Portada del libro, publicado por M.a.r. Editor
Álvaro Camino se ve a sí mismo embarcado en una búsqueda personal, sin apenas ser consciente de ello. El protagonista, alter ego del autor de "Tal vez Dakar", nos lleva de viaje en una misión comercial a Senegal, para revelarnos la realidad de África, el hipnótico y complejo escenario que se convierte en respuesta a muchas de las preguntas que Álvaro comienza a hacerse. El misterio de una máscara que  no está en venta y su relación con la historia de las vanguardias artísticas europeas de comienzos del siglo XX, sumergen a Álvaro en una aventura vital que saca a la palestra sus contradicciones, a la vez que las del colonialismo francés de un pasado muy presente, modelo explotador y paradigma de un sistema capitalista que reniega de las raíces del hombre, sometiendo a los demás hombres y a la propia naturaleza humana, a un modo de vida artificial.

Pablo Martín Carbajal ha invertido una buena parte de su tiempo en viajar al continente vecino, y su condición de Director General de Relaciones con África del Gobierno de Canarias, le ha servido para afilar la mirada del gran narrador que lleva dentro, muy al estilo de aquellas muñecas rusas con las que nos deleitó en su hábil disección de la condición humana. La reciente publicación de "Tal vez Dakar", consigue plasmar su proyecto literario más ambicioso, arriesgando con una sorprendente fusión entre relato y ficción, documental y ensayo, que recubre con una fina capa de clásico suspense. Pablo nos descubre el alma de África a través de la belleza irracional de su arte, conceptualizando el sentido más profundo del ser primitivo que habita en nuestro interior. Volver al origen, tomar la conciencia de que somos de raza blanca, en una original reflexión sobre las premisas equivocadas que nos han conducido a ciclos históricos marcados por crisis económicas y guerra.

La influencia que ejercieron las reivindicaciones de la teorías de la negritud en el dadaísmo, el surrealismo y el cubismo de Picasso. Las desconocidas y olvidadas civilizaciones africadas. El Imperio de Occidente puesto en tela de juicio por la denuncia de los asimilados como franceses, una construcción ideológicas que salta por los aires en cuanto los intelectuales negros se atreven a  pisar una terraza parisina. El miedo y la incomprensión entre los diferentes, que termina estableciendo un certero paralelismo con nuestra actual situación. Tal vez Dakar es una novela de novelas, capaz de recorrer, investigar, recrear, polemizar y, en definitiva, explorar nuevas vías de comunicación entre culturas. Pablo Martín nos seduce de forma sutil, para que acompañemos a Álvaro en su camino de revisión sobre nuestra forma de concebir la existencia y el éxito individual. Una senda de reconciliación iluminada por artistas, poetas y filósofos, como Sartre.

Cómo decirte, Pablo, que me gustaría ir al cine a ver una película llamada "Tal vez Dakar" y que, al final, cuando se enciendan las luces de la sala, preguntarte si tardarás mucho  tiempo en escribir el guión de la segunda parte.


Artículo publicado en la edición impresa del diario "La Opinión" de Tenerife, el 28/07/2016



26/7/16

www.pánico.org

Hace tiempo, un amigo psicólogo me explicó por qué el miedo es la emoción más poderosa de todas. Para ello me puso un ejemplo: imagínate que nos vamos a vivir juntos tú y yo. Resulta que yo creo mucho en los fantasmas, espíritus y demás y tú, al principio, te ríes de mi, pues lo consideras algo absurdo. Bien, te aseguro que, con el tiempo, y ante mi insistencia, acabarás albergando serias dudas como mínimo, ya que mi emoción, que es irracional y negativa, sembrará un mar de confusión en tu autoconfianza. Las preguntas sin una respuesta nítida, dejan un camino abierto a todo tipo de elucubraciones, hipótesis y supuestos. 


En nuestra sociedad de la información constante, abundan las contradicciones y son demasiadas las dudas que plantean los recientes acontecimientos. Cada vez asoman más investigaciones que ponen en cuestión las versiones oficiales sobre sucesos tan relevantes como el ataque terrorista de Las Torres Gemelas, razonado desde cierto punto de vista, como la justificación que necesitaban para invadir Irak. De ahí en adelante, las teorías basadas en oscuras conspiraciones pergeñadas por las agencias secretas de algunos gobiernos o por grupos de poder, gozan de un considerable número de seguidores. Y es comprensible que esto siga ocurriendo, pues son demasiados los interrogantes tras los últimos atentados perpetrados por los llamados "lobos solitarios". El ISIS aprovecha para adjudicarse las autorías y fortalecer su imagen de marca, pero los expertos no descartan ninguna posibilidad. El golpe de estado en Turquía, si se puede definir así, deja una enorme distancia entre lo que se va sabiendo y el universo de implicaciones que no alcanzamos a descifrar.

La organización del pánico global está cambiando nuestra forma de pensar, al ejercer una gran influencia en la percepción sobre las crecientes amenazas a la seguridad. Ante la avalancha de temores nadie acierta a conocer, a ciencia cierta, el desarrollo de lo que ocurre, sus verdaderos orígenes y múltiples consecuencias. La sensación de incertidumbre nos abruma, una sucesión de golpes que produce aturdimiento y desazón. La manipulación orquestada parece flamear en el interior de relatos analizados y repetidos hasta la saciedad. Cuando un incendio parece controlado u olvidado, aparece otro para no dejarnos salir de este estado de shock permanente. Sufrimos un contagio masivo y postmoderno de una enfermedad tan vieja como el hombre. 

La gestión del miedo a la muerte continúa resultando particularmente beneficiosa para los especialistas en comerciar con el caos.

Artículo publicado en la edición impresa del diario La Opinión de Tenerife, el 26/07/2016.


21/7/16

Nadie sabe nada


Casi todo el mundo daba por hecho el sorpasso de Podemos al PSOE, porque así lo confirmaban todas las encuestas. La opinión publicada daba a entender que la corrupción destruiría al PP y al tyrannosaurus Rajoy. La inmensa mayoría confiaba en que el Brexit no saldría adelante. Seguramente, la poderosa selección francesa ganaría la final de la Eurocopa a los melancólicos futbolistas portugueses.

A pesar de que resuenan campanas ultra nacionalistas en Francia, Holanda, Austria, Hungría y otros países de la Unión Europea, es de esperar que el proyecto común se refuerce. La crisis migratoria se irá suavizando hasta dejar de ser un problema que amenaza con la desintegración de la solidaridad. Los problemas financieros de la banca italiana son una lluvia pasajera y bastará con un leve reajuste para limpiar los balances. Lo más probable es que Donald Trump no consiga ser presidente de EEUU. El ISIS terminará siendo un grupúsculo residual y quedará muy lejos de conseguir la hegemonía del Estado Islámico. Es impensable que tengamos unas terceras elecciones en España, así que habrá gobierno y será bastante estable. Casi seguro que se aplicarán nuevos recortes por el aumento de la deuda y para garantizar el sistema de pensiones, pero no afectarán a la recuperación, casi ni se notarán. Todo indica que el proceso independentista en Cataluña se ralentizará y acabará en punto muerto, gracias a un gran pacto de Estado, vía reformas constitucionales. Es bastante probable que la segunda transición democrática ya esté en marcha, y de hecho hay varios grupos de expertos redactando la nueva Carta Magna.

Al final, hemos sabido que, aunque lo condenen, Messi es totalmente inocente porque no sabía nada, igual que su padre y lo mismo que Cristina de Borbón, Iñaki Urdangarín, Bárcenas, la familia Puyol, Imanol Arias, Almodóvar y un largo etcétera de personas normales que han sufrido campañas de desprestigio sin límite. En general, conocemos perfectamente todo lo que está ocurriendo, pues manejamos muchísima información, lo cual nos permite adelantar acontecimientos y acertar en la práctica totalidad de las ocasiones.

Artículo publicado en la edición digital del diario La Opinión de Tenerife, el 21/07/2016
http://www.laopinion.es/opinion/2016/07/21/nadie/691175.html

14/7/16

La narrativa de Ana Beltrán


Con su última novela, Dime que no es verdad, la autora vuelve a sorprender con un febril arrebato de explosión narrativa. La conmovedora historia de Julia -la adolescente ingenua que se asoma con fuerza a un amor prohibido- es el paradigma de una sociedad encadenada por la ignorancia y el dominio paternalista de los caciques. Los sentimientos que el cura del pueblo pretende cercenar a golpe de sermón dan muestra de un tiempo oscuro y casi olvidado de nuestro pasado reciente. Ana Beltrán nos traslada a una época en blanco y negro, tan llena de carencias como de ilusión por sobrevivir a las penurias, revelándonos una historia basada en hechos reales, pues fue su propia abuela la que la hizo partícipe de los mismos. Esta polifacética artista pinta de colores el mundo de Julia, poniendo el foco en el alma de la protagonista. 
Portada del libro, publicado por Ediciones Idea.

Dime que no es verdad transcurre entre 1936 y 1965, por lo que parte de ella se desarrolla durante la Guerra Civil, el contexto histórico al comienzo de una novela contada a un ritmo cinematográfico. Las luces, cámara y acción son manejadas con maestría por la capacidad descriptiva de alguien que, por haber sido criada en ese entorno opresivo, conoció muy bien las enormes dificultades que afrontaban las mujeres para escapar a las normas establecidas. En el fondo, la protagonista representa una Canarias analfabeta, víctima de sus propios miedos y complejos, cuyos rasgos podemos encontrar aún hoy en día si nos detenemos a observar las costumbres que perviven en el medio rural.
Rica en diálogos y escenas palpitantes, propias del costumbrismo romántico, la novela despliega su trama a lo largo de 343 páginas, que nos retrotraen a pasiones humanas que nunca dejarán de estar de actualidad, pues a pesar del desarrollismo, el boom turístico y el aumento demográfico, las luchas más íntimas y desconocidas continúan librándose en nuestro interior. Si quieren conocer algo más sobre la naturaleza humana, disfruten de esta lectura pausada durante el verano. Aquella Canarias que le transmitieron a Ana Beltrán, y que en buena parte vivió, tiene mucho que enseñarnos.

Artículo publicado en la edición digital del diario "La Opinión" de Tenerife, el 14/07/2016
http://www.laopinion.es/opinion/2016/07/14/narrativa-ana-beltran/689352.html

7/7/16

Podemos envejece

Tú eres viejoven. El término, llevado a los altares del universo youtube por Ojete Calor -máximos exponentes del subnopop nacional- encuentra su analogía política en Podemos. El grupo de profesores universitarios e intelectuales sin experiencia en la política activa, que amenazaban con patear el tablero y tomar el cielo por asalto. Casi nadie los tomaba en serio, sino más bien con el desdén de los adultos hacia el adolescente rebelde que pone la música a toda leche en su habitación, como síntoma de enfado con un mundo que no le gusta. Pero contra todo pronóstico, el joven inmaduro anticapitalista comienza a liarla en las redes, sabe usarlas bien, y conecta con la indignación que hibernaba tras el 15-M. Sin apenas presupuesto, el muchacho se niega a pedir dinero a sus padres, porque quiere infectar el sistema, entrando por la puerta trasera, y reventarlo desde dentro. De repente, los mayores empiezan a preocuparse. Parece que este chico va en serio. No sabe lo que hace. Se desmoronará pronto y acabará largándose con los colegas, a ahogar sus ideales en unas cuantas litronas.
Los círculos aumentan y el virus se extiende por todo el territorio. El joven se siente cada vez más fuerte, a medida que rompe todos los récords de velocidad en armar una alternativa de gobierno. A los mayores les entra miedo, sospechan de sus vínculos con otros jóvenes locos que mal gobiernan Venezuela a base de populismo. Se avecina el caos. Hay que recurrir a los antiguos. Éstos nos hunden. El país catalán, el vasco. Igual que en Escocia. El adolescente está subido a la parra de la gloria y se permite el lujo de reventar un posible gobierno del PSOE y unos meses más tarde, variar su discurso tres veces en un mismo día. Desayuna siendo neocomunista 4.0, almuerza dejando a un lado el referéndum soberanista y disfruta de una opípara cena como si fuera un consumado socialdemócrata. En medio de una juerga, su magnetismo atrae a los jóvenes de Izquierda Unida, que ven en esa conjugación la fuerza arrolladora que los lanzará al estrellato, a costa del hundimiento del socialismo de la transición.
Oh! Algo extraño ha ocurrido. El joven se levanta con resaca, sale de la habitación y recorre a tientas el oscuro pasillo que le lleva hasta el baño. Enciende la luz y, al ver su cara en el espejo, se queda petrificado. Sus ojos se niegan a aceptar la realidad. Las arrugas surcan la frente llena de granos. Le ha salido algo de tripa y la musculatura flojea. De fondo suena la hilarante matraquilla del subnopop. Tú eres viejoven.

Artículo publicado en el diario La Opinión de Tenerife, el 07/07/2016
http://www.laopinion.es/opinion/2016/07/07/envejece/687468.html